sábado, 1 de marzo de 2008

Hoy tuve una visita muy linda. Gracias. A la noche, como chocolates y traduzco a un poeta japonés. Me encanta vivir en Buenos Aires, sólo quería decir esto.


Verano melancólico

Ya me he cansado de un verano con colores tan profundos.
En los olivares las masas de helechos han alcanzado su máxima extensión
y supongo que debajo de ellos
caminan cosas como escarabajos, sapos y toda clase de insectos azules y verdes.
Este verdor como un mar
debe haber matado por completo la expresión de mis ojos.
Tórtolas
lloran somnolientas
en las profundidades del bosque.
Los sauces le devuelven las hojas a la blancura,
ni siquiera un carro podría ser visto si pasara traqueteando
por el valle.
El cielo se ha aclarado por completo y
sin un solo recuerdo que alegre mi corazón,
se irá rápido este verano
y, oh, ¿cuándo llegará el momento de
que ocurra algo sorprendente en mi universo?
Hasta entonces
incluso si es por años y años
seguiré teniendo un sueño imposible de contar.
Las muchachas que eran amigas de días pasados
todas conocen el amor o son las pálidas esposas de otros.
Así, a los dieciocho, a los diecinueve
me hicieron una figura solitaria que desapareció
en en las profundidades de los bosques de pinos que arrojan sus agujas.

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